Ilustración :Angela Carrasco

martes, 10 de noviembre de 2009

La vida de "Ratón" por Signatus



Capítulo 1.- Los comienzos

Siempre andaba a pocos pasos de su padre, desde que aprendió a andar supo que debía seguirle, en él encontraba todo, pero ante todo se sentía protegido de ese mundo desconocido y amenazante, todo era tan grande comparado con él que creía estar en un mundo equivocado.

La palabra madre no le traía recuerdos a pesar de que todo el mundo le preguntaba por ella, sus recuerdos empezaron poco antes de andar y entonces su madre ya no estaba, papa dijo que se fue señalando hacia arriba, él pensó que los mayores podrían andar hacia donde quisiesen y temió el día que su padre fuese en busca de mamá, lo mismo no le podría seguir en esa dirección.

Siempre supo que no era su verdadero nombre pero era como le llamaba su padre, “Ratón” y a él le gustaba. Lo que no le gustaba mucho era su casa, en invierno era muy fría y en verano olía mal, además, él quería una casa como las que veía cuando seguía a su padre, eran altas, con cristales y muchas de ellas olían a las flores y árboles que las rodeaban.

Eran muchas las noches que Ratón dormía abrazado a su padre, salvo cuando una vecina venía a quitarle el sitio, no entendía como su padre prefería dormir con ella si todos sus vecinos decían cosas horribles de ella, todos la tocaban cuando pasaban a su lado y ella se reía, en mas de una ocasión oyó que se dirigían a ella con una de las palabras que papá le tenía prohibido pronunciar. Ratón aprendió a odiar esas noches y a esa mujer, pero casi eran peor las noches en que su papá dormía solo, antes de acostarse se ponía a beber de aquella botella que siempre le hacía llorar, pronto odió también a aquella botella por hacer llorar a su padre.

Todas las mañanas seguía a su padre por el arcén de la carretera en dirección a las casas bonitas, él quería darle la mano pero su padre le reprendía, hasta que no terminaba la carretera debían andar uno tras del otro, solo cuando hacía mucho frío le cogía en brazos y Ratón le abrazaba para sentirse muy cerca, así era feliz y olvidaba que aún no había desayunado, que la noche anterior volvió a cenar papilla de maicena y que su padre volvió a llorar por culpa de esa maldita botella.

Como cada mañana la primera visita era a un bar, unas veces desayunaban y otros no, el señor de la barra unos días estaba de buen humor y otros no tanto. Cuando estaba de buenas, Ratón se comía casi media barra tostada de pan del día anterior, su padre decía que con el pan tierno nunca se podría hacer una buena tostada. Luego regaba la tostada de aceite hasta que el señor de la barra gritaba y ellos se reían. El padre nunca comía, pero miraba sonriente cada bocado que Ratón daba.

Ratón no se planteaba si era feliz o no, los chiquillos viven el presente, pero se daba cuenta de que su presente no era el mismo que el de la mayoría de los niños. Por otra parte su padre cada vez recurría mas a la botella porque los adultos pensamos en el futuro y nos olvidamos de vivir el presente, el futuro que estaba preparando a su hijo no tenía buena pinta y él lo sabía, por eso cada noche lloraba………..

Continuará


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