


Los habitantes no se atrevían a salir ni a pie ,ni casi en coche por las placas de hielo que los 15º bajo cero nos escondían bajo la mullida capa de nieve.Salir a la calle era jugársela al resbalón.Esta lotería tocó a más .



El panadero de Cifuentes ,como siempre ,no dejó a los pocos vecinos de Moranchel ni a ninguno de la ruta sin el pan nuestro de cada viernes y , con un poco de retraso sobre la hora habitual por el mal estado de las carreteras ,allí se presentó con el todoterreno y el esperado pan .Todo un gran gesto para tan pocas ganancias.

Los perros aullaban y casi no podían caminar con sus pequeñas patitas entre los 15 cm.de nieve u ocho dedos como más os guste.
Subir al Pico la Torre para hacer las fotos toda una aventura,todavía estoy dolorida....pero mereció la pena contemplar el paisaje y las fotos.
La quitanieves de la Diputación dio unas pasadas por el carril ,atravesó el pueblo para seguir limpiando en dirección a Las Inviernas.....y al rato, otra pasada abriendo caminos para no dejarnos incomunicados.Y esto es todo de la nevada más impresionante del año.Aunque hoy ,me han dicho,sigue cayendo la nieve a cubos de nuevo.....
Maruja Torres escribió hace unos años un artículo en el que hablaba de la sensación que experimentamos los de esta parte del mundo, los mediterráneos, cuando vemos nieve. Decía que era como si fuésemos niños,que de pronto, lo único importante era en contrar un parque con nieve y jugar con ella. Supongo que ver las calles del pueblo, la fuente, el tejado de la Iglesia... todo nevado debe producir esa sensación. Belong
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