Ilustración :Angela Carrasco

domingo, 24 de mayo de 2009

El contrato educativo de la Tierra



La tierra es mi casa gigante. En ella tengo que vivir y convivir. En ella crezco y aprendo, juego y río. En ella tengo que ser feliz. Por eso me comprometo a cuidarla. Cuidar la tierra será de hoy en adelante uno de mis trabajos. Allí donde esté pondré mi granito de arena para que nuestro planeta sea un poco más habitable cada día. Este es mi compromiso:
CUANDO ESTÉ EN CASA: I

No dejaré correr el agua, cuando me esté lavando la cara, las manos o los dientes. Cerraré el grifo, siempre que no lo esté usando.
II
Apagaré las luces que no alumbren a nadie o que no resulten útiles. Si ahorro energía eléctrica ahorro agua y multitud de recursos naturales.
III
Procuraré poner bolsas independientes para clasificar la basura. Trataré de convencer a mis padres y hermanos para que no mezclen basura. Separaré el vidrio, el plástico y los deshechos orgánicos y los depositaré en sus contenedores específicos.
CUANDO VAYA POR LA CIUDAD O POR EL PUEBLO :

IV
Fuera de casa seguiré llevando cuidado con el agua. Respetaré las fuentes de agua potable. No usaré el agua para jugar, y no la desperdiciaré. Soy consciente de que el agua se puede acabar si no llevamos cuidado con ella. Valoraré las fuentes y las usaré sólo para beber cuando tenga sed.
V
Mantendré limpia mi ciudad y mi pueblo como primer paso para mantener limpio mi planeta. Usaré las papeleras. No tiraré al suelo chicles, bolsas, papeles, ni nada que pueda ensuciar las calles. Se que una ciudad o un pueblo limpio es más bonito y acogedor.
VI
Respetaré las zonas verdes. Tendré cuidado con plantas y jardines. No pisaré en lugares, en los que no deba hacerlo.

SI VOY AL CAMPO, A LA PLAYA O A LA MONTAÑA:
VII
Cuando salga a la naturaleza montaré mi campamento sólo en los lugares reservados para ello. Además cumpliré rigurosamente las indicaciones que encuentre al llegar al lugar de acampada.
VIII
Nunca haré fuego, ni dejaré que nadie lo haga fuera de los espacios reservados para ello. Se que el fuego es el peor enemigo de la naturaleza y lucharé contra él con todos mis medios. Además trataré de convencer a los que fuman para que no lo hagan mientras estamos en la naturaleza.
IX
Al final de cada día revisaré el lugar en el que me encuentre y trataré de que quede completamente limpio. Nunca abandonaré basura en la naturaleza.
ALLÍ DONDE ME ENCUENTRE: X

Cumpliré estos compromisos, y disfrutaré a tope de mi planeta mientras lo cuido, y procuro que lo cuiden los que me rodean.
Y para que conste que mi compromiso es serio y real firmo:

4 comentarios:

  1. El Colegio Público de Hurchillo, en la provincia de Alicante, destacado por su constate labor de defensa del Medio Ambiente, vuelve a lanzar el ‘Contrato Educativo de la Tierra’, un decálogo de principios para que los ciudadanos asuman un compromiso individual con su entorno, que en esta ocasión aspira a reunir 5 millones de firmas.

    ResponderEliminar
  2. ojalá todo el mundo llegue a cumplir este contrato, sería grandioso que por una vez todo el mundo uniera sus esfuerzos.

    ResponderEliminar
  3. Moranchelia.. esto esta muy bien.... y yo sin lugar a dudas lo comparto..

    .. pero vamos al grano.. que pasa los fines de semana en los pueblos, el primero el mio.. que la litrona.. y los jóvenes.. .lo llenan todo de basura.. y no se les puede decir ni pio, por que te montan una que para que...
    .... en fin... mientras estos mensajes no lleguen a nuestros jóvenes... creo que será todo agua de borrajas.

    Besos y abrazos

    ResponderEliminar
  4. Aquí os dejo una parte del texto del artículo de Juan Carlos Zubieta publicado en el Diario Montañés que creo que resume muy bien este problema y va directo al grano y que voy a publicar completo en la próxima entrada.Gracias Marga y Estrella por vuestros comentarios .Muchos besos.

    La suciedad transmite la sensación de abandono, de despreocupación, de falta de orden, de incultura. Pero, además, produce malestar social y la convivencia se deteriora. La agresión a la propiedad privada y pública, el ataque al descanso, el ruido, provoca conflicto social. Cuidando lo común, mostramos el respeto a la comunidad. Rompiendo el banco, se hace daño al vecino, al anciano que vive junto a ti, a los propios abuelos.
    Un indicador del nivel de desarrollo de una sociedad se obtiene comprobando cómo cuida su entorno, cómo se mantienen los equipamientos públicos. Y, por supuesto, ese cuidado no sólo se logra con dinero, con barrenderos, papeleras y con máquinas para limpiar las playas. Los responsables de las instituciones pueden y deben hacer mucho para que las calles, plazas, playas, ríos y montes estén bien conservados, pero si los ciudadanos no nos comprometemos con ese cuidado y no exigimos a las autoridades que velen por ello, el resultado será poco fructífero. ¿Qué hacer ante los actos incívicos? En términos generales hay dos respuestas: el argumento o el palo, la educación o la represión. Desgraciadamente es más sencilla de aplicar la segunda, de ahí las ordenanzas municipales de civismo

    ResponderEliminar