Ilustración :Angela Carrasco

martes, 27 de octubre de 2009

Un buen sitio para comenzar un sueño por Signatus

No sé en que momento despegué,cuando exactamente mi deseo se cumplió,me liberé por un espacio de tiempo indeterminado de mi cuerpo y comencé a volar, solo recuerdo que ví como me alejaba de ese envoltorio que recubre lo que realmente soy.
La primera sensación fue que en tierra no dejaba nada importante de mi persona,noté incluso como la emoción me ponía la piel de gallina,como mi corazón se revolucionaba y como el estómago se encogía advirtiéndome de que estaba haciendo algo grande.
Yo lo sabía y estaba entregado en alma a mi aventura,volar , ver sin ser visto,llegar a donde siempre quise...un gran sueño.
Podría haber elegido muchos sitios para despegar pero no lo dudé,subí al Pico la Torre porque me pareció un buen sitio para comenzar un sueño.


Como decía allí quedó mi cuerpo, apoyado en la erosionada piedra y protegido por una noche oscura,allí le pude ver cuando miré por última vez mientras sobrevolaba el depósito del agua, justo antes de abandonar el pueblo.Calculé que tenía cerca de 2 horas,después me echarían en falta y no quería que encontrasen mi cuerpo durante mi ausencia.Sonreí,en ese tiempo podría recorrer mil lugares,de hecho aún sonreía cuando me permití un descanso en Cuenca,quería conocer la increíble vista que desde el tejado de una casa colgada se tenía del puente y del río, no me defraudó y lo consideré como un buen comienzo para mi viaje.

Todo era diferente,sin duda todo en la vida tiene diferentes puntos de vista, pensé que un vuelo de estos le vendría bien a más de uno,aunque solo sacasen en claro que más allá de su opinión hay muchas otras...en fin,como era mi sueño y tiene derecho de admisión,eché a toda esa gente,ellos nunca podrían hacer un vuelo sin cuerpo,se sentirían vacíos o desnudos.
Creo que fue mi paso por los cielos contaminados de Madrid lo que me secó la garganta y decidí refrescarla con el agua bendita que llena la Laguna del Peñalara,lo mismo os puede extrañar que no parase en alguna de las Torres de Madrid,pero eso ya en un sueño vuestro,que dentro del mío no entraban y mira que son grandiosas,poderosas e incluso amenazadoras...por eso será que di un corte de mangas sincero al pasar a su lado.

Volé sin saber como ir pero sabiendo que iba,llevaba tanto tiempo deseándolo que no hice escalas,en pocos segundos empecé a sentir el aire que llegaba del mar,inconfundible.Seguidamente el estrepitoso romper de las olas contra los acantilados de Nueva de Llanes ,pronto mi cara se humedeció con el agua salada que ascendía entre las rocas, una muestra de vida salvaje,una demostración de poder contra el devastador paso de la civilización.Como poder contar algo así sin que respiréis a pleno pulmón ese momento tan lleno de vida,la espuma blanca creciendo al pie de las batidas rocas,las aguas oscuras con tenues reflejos lunares,la ausencia de lo innecesario,la esencia de lo que fue todo antes de nuestras creaciones.

Salté al vacío sacando pecho,abriendo los brazos al máximo para llevarme impregnado en el alma aquel momento y ya cerca del mar bravo lo surqué en busca de mi siguiente destino,Finisterre.Allí,en el final de la tierra,en la costa de la muerte pensaba poner fin a mi viaje y volver a mi cuerpo.El mar era bravo,siempre retando a los pescadores a enfrentarse a sus olas, en lo más profundo de la costa los rivales habian ido cediendo a sus envites.

Emprendí el vuelo de vuelta pensando en que ésta ya no era la verdadera costa de la muerte,ahora el título se lo llevaba toda la costa más cercana a África ,allí no eran rudos pescadores los que luchaban por ganar la batalla al mar,allí nadie quería volver esa noche a casa,en esa costa la gente perseguía lo mismo que yo esta noche,un sueño.
En la vuelta una parada obligada en la Sierra de la Culebra, cómo no, tenía ante mí la oportunidad de ver a mis adorados lobos en plena cacería.No me costó verlos desde mi posición aventajada,unos cinco ejemplares persiguiendo a una hembra de jabalí, sin excesiva prisa, de momento solo querían cansarla para facilitar el ataque definitivo.Me mezclé con la manada y fui lobo, corrimos tras la desafortunada jabalí hasta que la dimos caza, luego me aparté y contemplé el festín.Allí quedé hasta que se aproximaba el fin de mi sueño, el tiempo que yo mismo me marqué.Antes de lanzarme de nuevo al aire me di cuenta de que un lobo me miraba,miré hacia atrás pensando que algo le había llamado la atención pero no era así,me miraba directamente a los ojos.De alguna manera me veía y por un momento sentí que todos ellos notaban mi presencia,pero me permitían seguir allí.

Saboreé los últimos instantes y en breve volví a ver mi cuerpo tal y como lo dejé,en la roca erosionada,protegido por la oscuridad,sin alma...

Me dirigí a casa,mi viaje me había abierto el apetito,esa noche seguro que no me haría falta soñar,¡sería tan difícil estar a la altura!



Texto:Signatus.Agosto 2009.

3 comentarios:

  1. Espero que el vuelo de un sueño nunca nos quede más lejos de un día ni más selectivo que para todo el mundo. Mi sueño es que todos sigamos viendo la pureza de lo que nos queda tanto dentro como fuera de nosotros.

    Sigue recordándonos a todos que es gratis soñar.

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  2. Que bonito.. volar... en sueños o en realidad... volar.... y sentir de esa manera el cuerpo y mirar desde el campanario y seguir y sentirse libre y feliz. inmensa, eterna..

    Me gustó... viví tu sensación.

    Un beso

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  3. ¡Qué bonito! Leerlo me ha producido una sensación, así como de libertad e independencia. Mientras lo leía mi mente iba contigo por los aires.

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