Ilustración :Angela Carrasco

martes, 28 de septiembre de 2010

Vocación de esclavos

Mañana 29 de septiembre hay Huelga general en España.Casi 5 millones de personas en paro, congelación de las pensiones y aumento de la edad de jubilación en un futuro próximo, recortes salariales y sociales, despido fácil y barato , más poder para los empresarios, para las multinacionales . Se ataca a lo público, se atacan a las conquistas históricas de los trabajadores y se quieren aplicar cada vez más políticas neoliberales...Y a mi me ha dado por acordarme que algunas veces los libros pueden cambiar vidas ... que algunas veces la realidad se acerca demasiado a la ficción de las novelas. Me ha dado por acordarme de las novelas 1984 de Orwell y un mundo feliz de Huxley que hablaban del futuro, un futuro que cada vez se parece más al presente que vivo cada día en mis propias carnes . Lo que pasa es que como decía Orwell "Ver lo que está delante de nuestros ojos requiere un esfuerzo constante ".Constantemente me froto los ojos porque :
Orwell temía que un gran hermano, un ojo vigilante controlara toda la información. Un estado policial que nos privara de la verdad. El miedo de Huxley era que la información nos sobrepasara, que la confusión no dejara diferenciar verdades y mentiras.
En el estado controlador de Orwell los libros, el conocimiento y la experiencia serían rígidamente censurados. Las comunicaciones y las fuentes de información serían filtradas previamente. Un poder superior lo controlaría todo y tan sólo nos dejaría vislumbrar aquello que se ajustase a sus parámetros.
Huxley era más benévolo, pero no por ello menos enrevesado. En su mundo feliz no habría necesidad de censurar libros, porque nadie estaría interesado en ellos. Sus mecanismos adormecedores conseguirían que nosotros mismos no quisieramos leerlos.
Para Orwell y su "1984" toda la información que recibieramos estaría censurada. Su futuro de control y censura tan sólo nos ofrecería una parte de la realidad. Como en el mito platónico, el mundo estaría fuera de nuestra caverna y delante sólamente nos pondrían imágenes y visiones distorsionadas.
Huxley afirmó en una ocasión: Una verdad sin interés puede ser eclipsada por una falsedad emocionante, y ese sería su miedo. Un mundo en el que la verdad estuviera ahogada en un océano de irrelevancias. Una tormenta de sensaciones que nos alejaran de la gris información correcta y nos dirigieran hacia lo llamativo, lo colorido...
Orwell temía un mundo vigilado. Su gran hermano atento a todas horas, descubriendo todos nuestros secretos, observando todos nuestros pasos. Como Saurón desde su atalaya de Barad dûr, escrutando todas nuestras acciones y movimientos.
Para Huxley nunca fue necesario el gran ojo. Nosotros mismos proporcionaríamos voluntariamente toda la información que el control superior necesitase... y lo haríamos encantados, inmersos en una sosa cultura de lo público.
Orwell temía un mundo violento, torturado y castigado. Huxley imaginó un mundo anestesiado y dormido. Dos ideas de control y apaciguamiento social que conseguían los mismos objetivos.
En 1984 se controlaba a la gente infligiendo dolor. Suprimiendo sensaciones y emociones. Vigilando y censurando. En un mundo feliz, el control llegaba inyectando una falsa sensación de plenitud, un mundo engordado a base de amenas y reconfortantes sensaciones, un mundo satisfecho.

martes, 21 de septiembre de 2010

Nada dura para siempre.



Tener personas que me brindan su afecto y su comprensión , sus opiniones e ideas , su ayuda , su colaboración ,que se dejan caer por aquí de vez en cuando, en este lugar imaginario y real a la vez, tener la oportunidad de expresar aquello que me preocupa ,que me alegra , que me interesa, que me gusta o disgusta ...y , por supuesto, compartir lo bueno que nos ocurre, me anima de nuevo a comenzar otro otoño más a pasar buenos ratos en este blog con vuestra compañía.Gracias por estar aquí de nuevo, espero que os guste y que siempre regreseis.

Cierro mis ojos, sólo por un momento
y el momento ya es parte del pasado.
Todos mis sueños, pasan ante
mis ojos en ese instante de curiosidad.
Polvo en el viento, todo ello se reduce
a mero polvo flotando en el viento.

Incluso la canción de siempre, es apenas
una gota de agua en un mar interminable.
Todo lo que hagamos, se regresa a la tierra
aunque nos cueste trabajo aceptarlo.
Polvo en el viento, todo lo que somos
es simple y llanamente polvo en el viento.

Ya, no se aferren, que nada dura
para siempre excepto la tierra y el cielo.
Eso quizá se escabulle. Y ni todo su dinero
comprará ningún minuto más de existencia.

Polvo en el viento, todo lo que somos
es simple y crudamente polvo en el viento.
Polvo en el viento, cada cosa que existe
es puro polvo volando en el viento.